Las organizaciones sociales y las startups tienen un papel importante en la lucha contra la pobreza, la falta de acceso a la educación, el precario desarrollo socioemocional y otros desafíos sociales que vive la infancia en América Latina. ¿La razón? Están ayudando a que niños, niñas y jóvenes tengan una vida de calidad y mejores oportunidades en el futuro, apoyándose en la innovación social y herramientas de tecnología educativa.
Pero no lo están haciendo solas. Afortunadamente, desde hace algunos años se ha visto en la región un ambiente de colaboración entre las edtech y las organizaciones sociales enfocadas en la primera infancia y juventud, al integrar nuevas soluciones de tecnología educativa desarrolladas por las startups en los programas e iniciativas de las organizaciones, sobre todo en comunidades vulnerables.
Aprender matemáticas jugando
Este es el caso de Cafam, una organización social con 64 años de trayectoria que implementó la plataforma educativa de la startup Matific para aprender matemáticas en cuatro escuelas de Colombia, desde el último año de preescolar hasta el sexto grado de primaria. Esta implementación fue parte del premio que recibieron las startups ganadoras del Desafío Childtech 2022, en donde Matific fue una de ellas y Cafam participó como partner de implementación.
Este proyecto que también tuvo la participación de United Way Colombia cumpliendo un rol de coordinación y articulación, fue todo un éxito. Hasta el momento más de 2 mil estudiantes colombianos ya usan activamente Matific. Cafam, United Way y Matific tienen un propósito en común: Que más niños tengan acceso a educación de calidad.
Por un lado, la plataforma de Matific fundada por Raz Kupferman y Shimon Schocken en Israel, ayuda a los niños y adolescentes a aprender matemáticas de manera más sencilla e interesante a través de juegos educativos. Actualmente la startup tiene presencia en más de 120 países. Lo mejor de todo es que los docentes y las familias de los niños pueden darle seguimiento a su progreso e intervenir en base a los resultados.
Mientras que Cafam cuenta con diferentes programas educativos desde la primera infancia hasta la educación superior y formación continua, para que los niños, niñas, jóvenes y adolescentes reciban educación de calidad y apoyo alimenticio. De hecho, esta organización cuenta con sus propios colegios privados y administra algunas escuelas públicas con una metodología educativa propia que le permite preparar a los estudiantes con las habilidades que necesitan para los trabajos del futuro.
Integración exitosa
Como verás, la tecnología de Matific ayuda a mejorar la calidad educativa que Cafam busca en las escuelas de primera infancia y secundaria. Por esta razón, la implementación de Matific fue un gran acierto. Además de que esta plataforma ofrece una alternativa distinta, atractiva y efectiva para aprender matemáticas con ejercicios prácticos y cotidianos, Carlos Castro, Coordinador de Tecnología de Cafam y quien lideró la implementación, considera que les ha permitido evaluar de una mejor manera a los estudiantes.
“A nivel pedagógico hay un insumo bastante importante que da la plataforma, y es la data que arroja en tiempo real sobre el desempeño de los estudiantes por contenido y habilidades”, dice Carlos.
“Esos datos podemos cruzarlos con los resultados que obtenemos a través de pruebas estandarizadas y esquemas de evaluación que hacemos internamente. Así el docente puede modificar temas para atender las necesidades educativas”, agrega.
Esta implementación inició con un proceso de capacitación para que tanto docentes como alumnos y el equipo interno de Cafam, conocieran la plataforma y vieran de qué manera se podía utilizar en las actividades dentro del aula. También se hizo un acompañamiento a los estudiantes para crear sus perfiles en la plataforma y a los padres de familia para que tuvieran conocimiento del valor de esta solución y los ejercicios de trabajo en casa.
Paula García, Gerente de Alianzas y Proyectos de Matific en Latinoamérica, explica que para conocer el impacto de la plataforma en los aprendizajes de matemáticas, realizaron una evaluación de diagnóstico con la que identificaron en dónde estaban los mayores desafíos y qué temas que debían revisarse, para poder trabajar de forma personalizada con cada uno de los estudiantes en las clases.
A partir de ahí, Cafam y Matific comenzaron a trabajar con el equipo de maestros y estudiantes para su implementación. Hasta el momento se han iniciado 133.428 actividades y completado el 65,7%. Lo mejor de todo es que según Carlos, cambió la percepción que tenían los padres de los estudiantes en cuánto a las metodologías de enseñanza y aprendizaje que se impartían en Cafam, y cómo estas permitían formar estudiantes mejor preparados.
“Al modernizar las actividades en el aula y al implementar didácticas diferentes, generó que los papás estén más tranquilos, y se dan cuenta que sí acercamos a los estudiantes a las necesidades del futuro”, asegura Carlos.
Por otra parte, explica que esta plataforma unificó criterios de evaluación al generar estadísticas que permiten realizar mejoras en las clases.
Además, la herramienta ahorra tiempo a los maestros ya que antes tenían que planear actividades para un volumen muy grande de estudiantes. Ahora Matific automáticamente genera las actividades educativas gracias a las tecnologías que utiliza.
Como te habrás dado cuenta, con la implementación de esta innovación educativa Cafam ha logrado elevar la calidad de aprendizaje en sus alumnos, gracias a las mejoras que Matific realiza en los procesos de enseñanza y aprendizaje en el aula.
Por Carolina Arce 
Por Carolina Arce 
Por Carolina Arce 