Latinoamérica es tierra fértil para el emprendimiento social en el mercado infantil. ¿Cuál es la razón? En la región existen grandes oportunidades para la creación y desarrollo de nuevas startups con foco en la infancia, debido a las necesidades y desafíos de la niñez en América Latina que enfrentan los niños, niñas y adolescentes, especialmente en las zonas más vulnerables del continente.
Se trata de problemas sociales que las startups pueden atender con productos innovadores, tecnología y modelos de negocio escalables que permitan impactar la vida de los infantes.
Para darnos una idea de la situación que se vive, veamos algunos desafíos de la niñez en América Latina:
1. Desarrollo deficiente
En 2020, alrededor de 3.6 millones niños y niñas en infancia temprana (de 0 a 5 años) no tuvieron un desarrollo adecuado para su edad. Los factores que detonaron esta problemática son: La situación de pobreza de las familias, madres con menor nivel de escolaridad, y la lejanía de sus hogares que dificulta el acceso a educación, salud o cultura, según datos de UNICEF.
2. Brecha educativa
Sólo 6 de cada 10 niños de entre 3 y 4 años reciben educación en la primera infancia, lo que contrasta significativamente con el nivel de educación de las familias más ricas. Estos niños tienen 2.5 mayores probabilidades de entrar a programas de educación, de acuerdo con UNICEF.
3. Precariedad en el cuidado
Los padres y madres son clave en el desarrollo integral de la primera infancia, ya que suelen ser los encargados de criar a los niños. Ahora bien,según la UNICEF, 1 de cada 20 niños menores de 5 años es dejado solo o al cuidado de un menor de 10 años, situación que no garantiza el bienestar físico y emocional del infante.
¿Qué pasaría si a través de tu startup trabajas en el desarrollo de soluciones innovadoras y tecnológicas para combatir estas problemáticas? Podrías generar mejores oportunidades de vida para millones de niños, niñas y adolescentes en América Latina, y estarías contribuyendo al progreso de la región. Recordemos que en los primeros años de vida de un niño se establecen las bases de la persona que será en el futuro.
Entonces, ¿Qué pueden hacer las startups para convertir estas problemáticas en oportunidades y en qué sectores pueden implementar soluciones innovadoras?
La principal oportunidad para seguir evolucionando es la educación y su acceso, ya que debido a la pandemia, muchas instituciones escolares tuvieron que cerrar sus puertas. Lo anterior, sumado a los niveles de pobreza que tiene la región, hacen que la escolaridad sea una necesidad prioritaria.
Según el seminario “Educación en América Latina y El Caribe: la crisis prolongada como una oportunidad de reestructuración” (2021) de la CEPAL, una de las consecuencias a largo plazo de la pandemia es que podría causar que más de 300 mil niños, niñas y adolescentes se vean forzados a trabajar, lo que podría dificultar o haría imposible su educación.
Esto muestra el abanico de todas las oportunidades de crecimiento respecto a educación y el acceso que se tiene en la región. Te plantean a ti y tu emprendimiento nuevos caminos a seguir, ya que la pandemia abrió un enorme espacio para el desarrollo de tecnologías que faciliten la educación de niños, niñas y adolescentes.
Sin embargo, existen otras áreas en donde las startups pueden encontrar oportunidades para participar, por ejemplo, en la salud mental. Al igual que con otras etapas de la vida, el desarrollo socioemocional de los niños y niñas de entre 6 y 13 años es una base fundamental para el bienestar integral, aunque factores como la pandemia afectaron enormemente el progreso de este en los últimos años.
Lo anterior plantea una oportunidad en tu organización y de igual manera una pregunta que se debe resolver. ¿Cómo se puede conjugar el uso de las tecnologías, la educación integral y una buena salud mental? Y estas oportunidades de desarrollo no finalizan acá, ya que los adolescentes también presentan problemas particulares a los que puedes dar una solución.
Cómo habrás podido notar, la educación es una arista que se repite a lo largo de toda la infancia, aunque cambia un poco el enfoque y a lo que se debe apuntar si se quiere invertir en mejorar tanto en niños, niñas como adolescentes. Te lo explicamos a continuación.
Uno de los principales problemas de la educación en los adolescentes hoy en día es la convivencia escolar. Lo hemos percibido a través de las diferentes noticias respecto a incidentes en las aulas de clases a lo largo de este año y que han provocado preocupación a lo largo de toda la región.
Según el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE, 2013) la violencia y conflictos que se dan en los centros educativos afectan “la convivencia y los procesos de enseñanza en la sala de clases”.
Otro dato afirmado por el estudio TERCE y que acompaña lo anterior es que los y las estudiantes que sufren discriminación y que pertenecen a grupos excluidos (inmigrantes, indígenas, estudiantes en situación de trabajo infantil o de sectores socioeconómicos bajos) perciben mayores niveles de conflicto entre sus pares.
Las principales causas de la violencia que se vive en las aulas serían: la violencia entre pares, tráfico de armas y drogas y, por último, la falta de recursos materiales y humanos. Así afirma el Informe mundial sobre la violencia contra los niños y niñas (Pinheiro, 2007).
Y eso no es todo, ya que el mismo informe indica que respecto a los y las adolescentes, el principal problema que sufren es el maltrato psicológico y es en este contexto dónde nace el segundo desafío al que debes darle prioridad si quieres ser un aporte a las infancias.
La pandemia nos afectó a todas y todos transversalmente. Nos vimos en la necesidad de refugiarnos en nuestros hogares durante largos meses, aunque sin duda, quienes se vieron enormemente afectados fueron los adolescentes de la región.
Un estudio de UNICEF realizado en los primeros meses de la pandemia, a más de ocho mil jóvenes de entre 13 a 29 años, arrojó que el 27% de ellos sintió ansiedad y un 15%, depresión debido, principalmente (un 30% de los casos), a sus situaciones económicas.
Los emprendedores tienen la capacidad de convertir estas problemáticas en oportunidades de negocio para impactar a niños, niñas y adolescentes en América Latina. Con innovación, tecnología, creatividad y audacia podrían generar un mejor entorno que les permita crecer y desarrollarse adecuadamente, además de sembrar las bases para que tengan mejores oportunidades de vida en el futuro.
Si ya tienes una startup, debes saber que es posible acelerar el impacto haciendo sinergia con organizaciones sociales que abordan temáticas con foco en la infancia, y así en conjunto generar proyectos con impacto social de mayor alcance. ¡Atrévete a generar un cambio verdadero!
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