Es cierto que si caminas solo irás más rápido, pero si caminas acompañado llegarás más lejos. Este es el caso de las organizaciones sin fines de lucro y las startups educativas enfocadas en primera infancia y juventud que han decidido trabajar de la mano para impactar a más niños, niñas y jóvenes en América Latina.
Con el fin de crear un puente de colaboración entre ambos sectores, se creó el Desafío Childtech, una competencia que busca a las startups con impacto en infancia y juventud más innovadoras del mundo dispuestas a implementar sus soluciones en comunidades vulnerables.
Este año llevaremos a cabo la tercera edición de la competencia organizada por Impactus Ventures y United Way, además de la contribución de los aliados Fundación FEMSA, Comunidar, Genesis Foundation, Fundación Mustakis, Fundación de Acero, Fundación Frisa, Fundación Riisa, HEB en la comunidad, Fundación Xignux e Impacto Colectivo.
Para encontrar a las mejores organizaciones sin fines de lucro que participan en esta competencia y hacen la puesta en marcha con las startups ganadoras, se realiza una búsqueda priorizando a aquellas con reconocida trayectoria en infancia y juventud. con el deseo de incorporar innovación y tecnología en las intervenciones que realizan.
Una vez finalizada la selección de startups ganadoras, estas organizaciones están a cargo de liderar la implementación de las soluciones ganadoras en las comunidades vulnerables donde operan. De esta forma, se consigue acelerar el impacto de sus programas gracias a que cuentan con una amplia experiencia, así como la experiencia que aporta cada una de las startups ganadoras.
Pero eso no es todo. Las startups ganadoras logran llegar a comunidades vulnerables que de otro modo sería muy difícil de alcanzar. El trabajo conjunto entre organizaciones sociales y startups ha permitido impactar a más de 25,000 niños, niñas y jóvenes desde que iniciamos el Desafío Childtech en 2021, y ¡queremos seguir creciendo!
Te invitamos a conocer el trabajo de tres organizaciones que han participado en esta competencia como partners de implementación, y que innovaron de la mano de las startups que ganaron en ediciones pasadas del Desafío Childtech.
Seguramente has escuchado un montón de veces esta frase: “La educación empieza en casa y se complementa en la escuela”. Pero, ¿qué pasa cuando los padres de los niños no tienen las bases o recursos para criarlos y educarlos adecuadamente? Los niños carecen de un desarrollo temprano apropiado y crecen con menos oportunidades.
Afortunadamente, la Fundación Familias Power trabaja para que eso ya no pase. Desde hace 16 años, esta fundación trabaja con las familias de los niños de preescolar en zonas vulnerables de Chile. Les enseña actividades de estimulación temprana, juegos y tareas de lectura para que los pequeños alcancen su máximo desarrollo cognitivo, social y emocional.
Un grupo de expertos asiste directamente a los hogares de estas familias para que los niños reciban educación temprana de calidad. “No reemplazamos ningún colegio o jardín de niños. Somos un apoyo importante en las labores de educación en cuanto a lectura, escritura y vinculación con los cuidadores”, dice Vivianne Traub, directora de administración y finanzas de Fundación Familias Power.
El propósito es empoderar a las familias porque los padres se convierten en los primeros educadores y los hogares en las primeras escuelas, son el primer espacio en donde los niños se desenvuelven. Además, Vivianne explica que los niños llegan a la educación primaria con un rezago muy grande en cuanto a habilidades sociales, emocionales y cognitivas, mismas que se agudizaron con la pandemia.
La fundación hace uso de la innovación social y la tecnología en los programas educativos que desarrolla para enfrentar la problemática. Por ejemplo, implementó Afinidata, un chatbot que guía a los padres con actividades de estimulación temprana para que sus hijos tengan un desarrollo infantil adecuado. Esta edtech ganó la primera edición de Desafío Childtech en 2021, por lo que la fundación le ayudó a entrar al mercado chileno y a que las familias usaran su plataforma.
“Fue una experiencia gratificante. Llegamos a 1,100 familias con ayuda de Fundación Familias Power en Chile donde no teníamos presencia, y conseguimos partners importantes en el país y otras regiones”, dice Andreana Castellanos, fundadora de Afinidata.
Para Vivianne el valor que tiene el trabajo colaborativo entre las organizaciones con las startups es que ambas se van adaptando a las necesidades que tiene cada una para acelerar el impacto. “Nosotros empujamos a Afinidata a crear una plataforma mucho más robusta, y ellos nos ayudaron a ser más escalables, generar ahorros en los programas y que fueran más atractivos para los donantes”, asegura Vivianne.
Para que tengas una idea del impacto que está generando en la infancia, tan solo en 2023 su ayuda llegó a 3,500 familias en 108 comunas de 10 regiones en Chile. Construyó alianzas con 48 colegios, entregó casi 40,000 libros y juguetes educativos, y realizó más de 56,000 sesiones educativas personalizadas con las familias. ¡Increíble!
Aquí puedes conocer más detalles de la fundación.
El propósito de esta organización es generar mejores oportunidades para que niños, niñas y jóvenes de escasos recursos en Colombia puedan ir a la escuela. Es parte de Fé y Alegría Internacional, una federación de educación y promoción social con presencia en más de 22 países de América Latina, Europa y África. Desde su fundación en 1955, ha beneficiado a más de 900 mil estudiantes de escasos recursos y 40 mil trabajadores entre docentes, educadores y personal administrativo.
En Colombia tiene programas de primera infancia que ejecuta junto con alcaldías y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Cuenta con 20 centros infantiles en donde los niños de entre dos y cinco años reciben educación de calidad a partir de un modelo educativo que la propia organización desarrolló basado en la educación popular.
Pero eso no es todo. Dora Pino, coordinadora de primera infancia de Fé y Alegría Colombia, explica que la organización brinda el 70% de la alimentación que reciben los niños, mientras que el otro 30% es generada por sus padres en los hogares. Además, según Dora, también tienen programas de formación para los padres en donde les brindan herramientas y capacitación para que los niños puedan tener una mejor crianza.
En la realización de todo este trabajo participa el gobierno con recursos financieros, talento humano, pedagogos, nutriólogos, entidades como el Instituto de Deportes y Recreación de Medellín (INDER) y startups como Storybook. Esta empresa ganó el Desafío Childtech 2022, un logro que le permitió implementar su solución en las escuelas de preescolar de Fé y Alegría. Se trata de una plataforma de cuentos, música y masajes infantiles para mejorar la calidad del sueño y el desarrollo socioemocional de los niños y niñas.
“Fé y Alegría nos ayudó a llegar a otro mercado y tener la visión de los educadores para ver cómo nuestro producto podía ayudarlos o cómo podíamos mejorarlo”, dice Catalina Aboy, Marketing Partnerships Lead de Storybook.
Su tecnología ayudó a la organización a innovar, enfrentar la problemática que viven los niños colombianos de bajos recursos y llevar a más niños y familias educación temprana de calidad.
Gracias al uso de la innovación social en el ámbito educativo, la organización ha podido disminuir el rezago educativo. En 2021, impactó a 162 mil niños, niñas y adolescentes colombianos, y mientras que en 2022 beneficiaron a 10 mil niños y niñas de la primera infancia. Aquí puedes saber más detalles de la organización.
Esta es otra organización que combate la falta de acceso a la educación y el rezago educativo en Colombia. Además de ser una caja de compensación familiar con 64 años de trayectoria, también trabaja para que más niños, niñas y jóvenes de zonas vulnerables puedan ir a la escuela y tengan mejores oportunidades en el futuro.
¿Cómo lo hace? Cafam tiene diferentes programas educativos para que los hijos de los trabajadores que están afiliados a la caja de compensación, reciban educación de calidad y apoyo alimenticio. Esta organización cuenta con sus propios colegios privados y ha realizado alianzas con el estado para administrar algunas escuelas públicas, en donde imparte su propia metodología educativa que les ha permitido preparar a los estudiantes con las habilidades que necesitan para los trabajos del futuro.
“Para nosotros es importante el conocimiento que el estudiante obtiene, pero también que tenga claro que hay habilidades importantes que debe desarrollar en su vida escolar, y que tienen una repercusión directa en la universidad”, dice Carlos Castro, Coordinador de Tecnología en Cafam. Carlos comenta que la mayoría de los estudiantes que se forman en Cafam logran entrar a las mejores universidades del país.
Esta organización trabaja con niños de primera infancia, K-12, jóvenes de educación superior y también adultos. El impacto que Cafam ha logrado en los más de 50 años que lleva, es muy grande. Por ejemplo, en 2021 se beneficiaron 250 mil personas con los programas de educación. Más de 34 mil personas han obtenido una posición de trabajo en alguna empresa a través del programa de ubicación laboral, y más de seis mil estudiantes se encuentran en formación dentro de los colegios de Cafam.
Esta organización se mantiene abierta a la integración de nuevas soluciones educativas innovadoras y tecnológicas para impactar a más personas y mejorar las prácticas de enseñanza y aprendizaje en escuelas de Colombia. Por esta razón, fue parte de la segunda edición del desafío Childtech en 2022 eligiendo a la startup Matific para implementar su plataforma educativa de matemáticas en cuatro escuelas de Bogotá. Actualmente más de 2 mil alumnos colombianos aprenden matemáticas jugando con esta herramienta.
“A nivel pedagógico hay un insumo bastante importante que da la plataforma, y es la data que arroja en tiempo real sobre el desempeño de los estudiantes por contenido y habilidades”, dice Carlos. “Esos datos podemos cruzarlos con los resultados que obtenemos a través de pruebas estandarizadas y esquemas de evaluación que hacemos internamente. Así el docente puede modificar temas para atender las necesidades educativas”, agrega.
Esta implementación sigue en curso en las escuelas de Colombia. “Cafam se encarga de la organización y trabajo en las escuelas. Hacen el seguimiento en territorio, organizan capacitaciones, logística, dispositivos y todo lo necesario para que el proyecto siga su curso. Esta sinergia permite detectar desafíos y riesgos a tiempo y superarlos”, asegura Paula García, Gerente de Alianzas y Proyectos de Matific en Latinoamérica.
Fé y Alegría Colombia, Fundación Familias Power y Cafam, son un ejemplo del gran nivel de expertise y conocimiento que tienen las organizaciones sin fines de lucro que participan en el Desafío Childtech como partners de implementación.
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